18 de setembre 2007

Les primeres vacances: Astúries 2006

Estas iban a ser nuestras primeras vacaciones en autocaravana, nuestro primer viaje largo, más que por la distancia por los días que íbamos a pasar fuera. Hasta el momento nuestra mayor escapada había sido en Semana Santa y al igual que esa vez, este verano la historia se iba a repetir: elegimos un lugar de la geografía española totalmente desconocido para nosotros, Asturias. En estas lineas he querido repasar un poquito nuestra ruta y aunque muy resumido, puede ayudar a otros autocaravanistas a conocer esta fantástica región. Aquí van nuestras vacaciones:

Salimos de Sabadell el sábado por la mañana tempranito e hicimos ruta hasta llegar a Arenas de Cabrales. En principio pensamos hacer noche allí, pero finalmente y después de dar una vueltecita, nos dirigimos a Poncebos. Estacionamos en el parquing del funicular y pernoctamos allí.

Al día siguiente subimos a Bulnes y andamos un buen rato por la montaña; de regreso a Poncebos las niñas se bañaron en el Cares (el agua estaba helada). Por la tarde fuimos a Arenas y visitamos la cueva del Cabrales. Finalmente nos dirigimos a Cangas de Onís: paseo y pernocta.

El lunes fuimos a Covadonga. Nos levantamos tempranito y a las 9:30 estábamos estacionados en el santuario, frente a la Guardia Civil. A las 10 cogimos el autocar que sube a los lagos (mi marido se negó a estar pendiente de la carretera y de mi vértigo). Seguimos el recorrido marcado y xino-xano (como decimos en Catalunya) vimos la antigua mina y los lagos. El día fue precioso, con un sol radiante. Regresamos al santuario y después de comer visitamos Covadonga. A media tarde volvimos a Cangas y pasamos nuestra segunda noche allí.

El martes se levanto feisimo, la lluvia nos acompañó todo el día. Teníamos pensado ir al mirador del Fito, pero a medida que la carretera subía la niebla era cada vez más espesa. Desistimos y dimos media vuelta. Fuimos hacia Nava y allí visitamos el museo de la Sidra. Anna se lo pasó en grande escanciando ¡¡¡agua!!! Al salir era ya casi hora de comer y encontramos un lugar (recomendado por un grupo autocaravanistas) donde comimos una Fabada exquisita. Por la tarde visitamos el MUMI: sorprendente. Tuvimos la suerte de tener un guía muy implicado con la mina. Nos dio una visión muy viva y real de la mina. Aun era pronto cuando salimos, así que fuimos hasta Teberga. Pasamos allí la noche, frente al cuartel de la Guardia Civil.

El miércoles era el santo de mi hija mayor Anna, y después de los regalitos nos dirigimos a ver a Paca y a Tola. Estuvimos un buen rato escuchando todas las explicaciones de su cuidador. Después recorrimos un trocito de la Senda. Nuestra primera idea era dedicar el día a la Senda y teníamos pensado alquilar unas bicis, pero la lluvia volvió a hacer acto de presencia. Rápidamente cambiamos de planes y nos fuimos a Pola de Somiedo. Allí nos cayó un buen tormentón, pero nos pusimos los chubasqueros y ala, ¡¡¡ pasear !!! Seguimos subiendo y bajando montañas y la lluvia y la niebla nos acompañaron el resto de trayecto. Como vimos que el tiempo no iba a mejorar, pensamos dejar la montaña (nos queda pendiente andar por los parques de Somiedo y las Fuentes del Narcea) y fuimos a dormir a Pola de Allande (en una calle tranquila, próxima al ayuntamiento).

Al día siguiente (jueves) fuimos a Grandas y visitamos el museo etnográfico y por la tarde fuimos a Taramundi y al museo de los molinos. Ya he dicho que el tiempo no nos acompañó mucho, pero eso no impidió que visitáramos lo que teníamos previsto, lo adaptamos un poco a la meteorología. A última hora de la tarde vimos el mar y una preciosa puesta de sol en la playa de Arnao. Allí compartimos una agradable charla con un vecino y decidimos pasar la noche.

El viernes amaneció radiante y dimos a las niñas el gustazo de pasar una mañana de playa. Bajamos a la playa de Penarronda y nos bañamos en las piscinitas que había hecho la marea. Nos dimos una ducha en el area recreativa (fantástica) y después de comer y descansar un ratillo, fuimos a Coaña. Seguimos acercándonos al mar y viendo pueblecitos encantadores y playas preciosas. Pasamos la noche en una calle tranquila de Puerto de Vega.

El sábado seguimos recorriendo la costa, nos acercamos a Luarca y pasamos la mañana callejeando. Por la tarde y a petición infantil, fuimos un ratito a la playa. El recorrido de la costa lo hicimos por las carreteritas que unen los pueblos y en algún momento fuimos por la nacional. La noche la pasamos en la playa de San Pedro de Ribera junto con 15 autocaravanas más.

El domingo madrugamos, la guardia civil nos desperto y nos comunicó que no se podía acampar y que pasaban nota a la Consejería que ya tomaría las medidas correspondientes. Todos les explicamos los argumentos que muchas veces se han expuesto en los foros, pero los muchachos no estaban muy por la labor de escucharnos. Un poco disgustados levantamos el campamento y nos fuimos a Cudillero. Después de visitar el pueblo, fuimos a Avilés. Por la tarde, callejeamos un rato y disfrutamos del fin de fiesta del festival Celta. Pernoctamos en Rias Baixas.

El lunes fuimos al Cabo de Peñas y pasamos la mañana en la playa. Regresamos a comer a Avilés y por la tarde paseamos tranquilamente.

El martes volvimos a emprender la ruta y nos dirigimos a Gijón. La mañana no nos acompañó mucho, pero como ya he comentado anteriormente, no nos dejamos intimidar. Estacionamos la auto cerca del campo de fútbol y recorrimos toda la playa de San Lorenzo y el casco histórico. Por la tarde fuimos al museo del Ferrocarril. Cogimos la auto y nos fuimos a dormir a Tazones. Aprovechamos que las niñas ya habían cenado y estaban dormidas y nos escapamos a cenar. Nos comimos unas sardinas que nos supieron a gloria.

A la mañana siguiente (miércoles) seguimos nuestro recorrido y nos acercamos a Villaviciosa, seguimos la ría y visitamos el pueblo. Por la tarde fuimos a la playa de Rodiles y después de una duchita rápida, fuimos a Lastres. Allí ponían en marcha una iniciativa muy innovadora: vecinos del pueblo enseñaban los lugares más destacados a su criterio y contaban la historia y las anécdotas de su comarca. Muy interesante. Nos fuimos a dormir a la playa de Vega y casi no encontramos sitio: había más de 30 autocaravanas y campers.

El jueves amaneció cubierto, así que volvimos a quedarnos sin subir al mirador del fito. Tampoco pudimos entrar a las cuevas de Tito Bustillo, pero Asturias da para mucho y pronto encontramos alternativa. Fuimos a Llanes y allí paseamos y aprovechamos para comprar pastas (somos golosos). Estacionamos en la playa de Toró y andamos un rato por la costa. Después de comer decidimos seguir la ruta y con mucha penita, dejamos Asturias hacia las 7 de la tarde. Fuimos hacia Cabarceno y allí pernoctamos.

El viernes las niñas lo pasaron en grande viendo animales y fue un fin de vacaciones muy lúdico. Después de despedirnos del norte, empezamos a descender y dormimos cerca de Logroño.

El sábado lo dedicamos a regresar y después de comer y descansar un rato, iniciamos la última etapa. A media tarde ya estábamos en casa y antes de que me saliera todo el cansancio, me lié con las lavadoras (lo que tiene ser ama de casa trabajadora, jeje).

Y aquí terminan nuestras vacaciones. Si has llegado hasta aquí, muchas gracias por la paciencia y la atención que nos has brindado. Volvimos muy contentos y con muchas ganas de regresar, y con la sensación que Asturias, aunque quizás es un poco pequeña en tamaño, es grandísima, variadísima y riquísima. Seguro que nos dejamos un montón de sitios y lugares fantásticos, pero creo que hemos vuelto a casa conociendo un poquito la realidad de una tierra encantadora y que no nos hemos quedado sólo con los lugares turísticos.